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Marbella en los años setenta

Construyendo los cimientos de Panorama

Por Christopher Clover, Director Gerente de Panorama Properties, la agencia inmobiliaria más antigua de Marbella

Como introducción a la historia de Panorama en Marbella, me gustaría, antes que nada, compartir algunas de las razones por las cuales, allá por los años setenta, nos fascinamos tanto con la ciudad que necesitaba abrir aquí una oficina.

Baptism of Sophie von Schönburg, Queen Sofía
Los comienzos

Era 1946, la Guerra Civil Española había terminado unos siete años antes. Marbella era un pueblo de menos de 10.000 habitantes y con una historia muy interesante. En medio del pueblo había (y queda) un antiguo castillo morisco que data del siglo IX y ruinas romanas por todo el municipio. La montaña de La Concha se elevaba en el fondo, creando un microclima único, dando a Marbella el mejor clima de cualquier pueblo de Europa. Las mayores extensiones de tierra en ese momento eran propiedad de cinco familias: Juan y Enrique Belón, Juan Lavigne y Juan Lima, todos de Marbella, Elvira Tallefer y su marido Salvador Guerrero de Málaga (Elviria lleva su nombre) y Norberto Goizueta de Navarra (el fundador de Guadalmina). La tierra estaba mayoritariamente atendida por arrendatarios. La industria de la época era principalmente la agricultura y la extracción de hierro y grafito.

Marbella Old Footage

Estos fueron los granitos de arena que dieron origen a que Marbella se convirtiera en una de las ciudades turísticas de más alto nivel de todo el Mediterráneo.
Marbella debe su evolución también a un golpe de suerte: sino veamos que sucedió con otras localidades del litoral español, como Torremolinos y Benalmádena, que en su día también solían ser preciosos pueblitos costeros, y sin embargo hoy destacan por su desafortunada sobre-construcción.

El versátil y multifacético aristócrata español Ricardo Soriano Sholtz von Hemensdorff, Marqués de Ivanrey fue el primer promotor de Marbella quien en1943 compró la finca El Rodeo, con un extensión de 220.000 m2 (22 hectáreas) de su amigo Norberto Goizueto, quien a su vez poseía una inmensa parcela de 350 hectáreas en la zona. En 1945, Ricardo construyó y abrió las puertas del primer hotel de estilo “motel” americano de Marbella, el Hotel El Rodeo, e invito a varios de sus amigos a que visitaran la zona.

En 1946 vino su sobrino, el príncipe Alfonso von Hohenlohe y el padre de Alfonso, el príncipe Maximiliano Egon von Hohenlohe-Langenburg, para así ver y experimentar Marbella en primera persona. El padre de Alfonso era un conocido aristócrata alemán, cuya familia data del siglo VI. Su madre, la marquesa de Belvís de las Navas, era igualmente conocida en España y su padrino era el rey de España, Alfonso XIII. Su linaje, unido a la pionera visión de su tío Ricardo, impulsó a Alfonso seguir promoviendo las ideas de su tío.

A través de sus contactos, Alfonso junto a su padre, su madre y su tío Ricardo, lograron que tanta gente visitara la zona (y al Marbella Club), que muchos se quedaban sin alojamiento. Tal era el flujo de visitantes que se hizo inevitable que en 1953, Alfonso decidiera construir, junto al cortijo original, un pequeño hotel de 18 habitaciones distribuidas alrededor de un patio central, parecido a los reconocidos “moteles” americanos inspirados por sus visitas al país y decidió entonces llamarlo el Hotel Marbella Club. El hotel abrió sus puertas al público en 1954 e inmediatamente se convirtió en un imán para el turismo de calidad. En 1955, el Conde Rudi von Schönburg, familiar de Alfonso, acababa de diplomarse en la universidad Swiss Hotel Management University de Lausanne, y decidió unirse a Alfonso como director del hotel. Hasta el día de hoy el Conde Rudi sigue siendo una figura muy importante para el Marbella Club,donde aún lo podemos ver cada día.

Actualmente, el cortijo original sigue en perfecto estado y ahora reconvertido en el restaurante y bar principal del Hotel.

The Marbella Club hotel
Cautivando a los “grandes nombres”
Wedding of Princess Marie Louise & Count Rudi von Schönburg, 1971

Su maravilloso microclima, su estratégica ubicación, el fácil acceso y la calidez de su gente hicieron que Marbella se convirtiera en el centro de atracción para aquellos visitantes que buscaran un destino diferente y especial  en donde disfrutar de sus vacaciones. Alfonso no dudó en invitar a toda la jet-set del momento a que vinieran a conocer el primer hotel de lujo de la Costa del Sol. Inmediatamente, Marbella se convirtió en “el” sitio de moda de Europa. En los años sesenta muchos famosos ya visitaban Marbella y al Hotel Marbella Club con frecuencia. Muchos inclusive invirtieron en parcelas para construir sus casas y en ocasiones las compraban directamente de Alfonso. Entre estos “grandes nombres” estaban José Banús, quien vino a Marbella en 1962 y adquirió las tierras de lo que hoy es Puerto Banús y Nueva Andalucía (en aquellos días muchos pensaron que su visión de desarrollo era “desquiciada”), Jaime de Mora, Manolo Lapique, Ignacio Coca – fundador de Los Monteros y el Club de Golf Río Real – y otros grandes nombres como los von Thyssen, la Princesa von Bismark, la familia Füstenberg, Mel Ferrer y Audrey Hepburn, el Duque y la Duquesa de Windsor, el Principe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, Ava Gardner, Cary Grant, Laurence Olivier, Guy de Rothschild, Terry von Pantz, Deborah Kerr, Jimmy Stewart, Teddy Kennedy, Jean Negulesco y muchos otros.

Alfonso sucedió con éxito a  su tío Ricardo como el principal  promotor de la zona. Marbella se había convertido en “un sitio especial para gente especial”, slogan que fue utilizado por Panorama en sus primeros años en Marbella.

Prince Alfonso and Jackie
Grace Kelly, Prince Rainier & Jose Banús at the inauguration of Puerto Banús
James Stewart & Prince Alfonso

Como resultado de la excelente promoción de Alfonso y de sus amigos quienes construyeron casas y urbanizaciones en la zona, la población oficial de Marbella experimentó un aumento significativo de habitantes, de 12.3156 en 1960, a 29.253 en 1970. Sin embargo, cabe destacar que cuando nosotros llegamos a Marbella a principios de los años setenta, la ciudad seguía teniendo aire de pueblo, y su gente tan interesante y simpática. Los sitios clave donde frecuentar en aquella época eran – aparte del Casco Antiguo – el Hotel Marbella Club, Puerto Banús, Nueva Andalucía, Los Monteros y Guadalmina; los últimos tres con sus respectivos clubes sociales y campos de golf que habían sido construido ya por algunos visionarios apostando por el futuro del turismo residencial en la zona.

Hacia finales de los años sesenta, Marbella ya había reunido casi todos los ingredientes para dejar de ser un pequeño destino turístico de verano, para convertirse, finalmente, en el destino turístico residencial y vacacional de calidad, con una temporada de 12 meses, que es hoy. No obstante, para que una ciudad pudiera permanecer abierta todo el año- con suficiente público y clientes para llenar las tiendas de lujo, restaurantes, bares, discotecas e instalaciones de ocio y entretenimiento-, se necesitaba un núcleo mínimo de población de unos 150.000 habitantes “en la temporada baja de invierno”, esta cifra contando entre los residentes empadronados y la el turismo residencial. Esta cifra no se alcanzó hasta 1996 cuando la “temporada baja” cobró vida propia transformando a Marbella en el único destino turístico del Mediterráneo con una temporada de 12 meses. Hoy en día hay entre 275.000 y 300.000 residentes en Marbella en temporada baja.

Marbella en los años setenta vivida en carne propia
Dukes of Alba

En los años setenta, Marbella ya se había convertido en un destino de bastante renombre a nivel mundial. Mi padre, Bill Clover, un agente inmobiliario de éxito, con oficinas en Charlottesville, Virginia desde el año1952 (siguiendo los pasos de su padre, B.B. Clover, también agente inmobiliario de éxito en Chicago desde el año 1904) decidió en 1968 ampliar su negocio y para lograrlo compró una agencia inmobiliaria llamada Panorama International Ltd., con sede principal en Washington D.C, unas dos horas en coche hacia el norte de Charlottesville. En aquella época mi padre tenía un socio francés, su nombre era René Frank, y el nos comentó que Marbella se había puesto de moda como el nuevo destino turístico de la jet-set europea, y nos sugirió que nos planteáramos seriamente abrir una oficina allí. Y así lo hicimos, abrimos una oficina en Marbella a comienzos de 1970, otra en Mallorca y otra en la Ciudad de México un poco después dirigida por mi hermano Bill. Panorama fue la primera agencia inmobiliaria internacional en Marbella y la primera agencia en traer clientes en vuelos “chárter”. 

La sucursal de Marbella estuvo brevemente a cargo de  Phil Kelly, un Capitán inglés  jubilado quien le dejó el mando a G. Bland Hoke. Bland había trabajado como agente comercial en nuestra oficina de Washington y se convirtió luego en un bróker inmobiliario de éxito en Jackson Hole, Wyoming. El trabajo principal de Bland y su equipo de cinco agentes comerciales entonces consistía en recibir a los potenciales clientes que llegaban en nuestros “vuelos de inspección” desde Washington, y en segundo lugar, comenzar a construir una base empresarial de captación de viviendas de reventa y de inversión. 

En Febrero de 1973, Bland regresó a EEUU, y mi primera esposa Kirsten y yo emprendimos camino hacia Marbella con el objetivo de quedarnos aquí un año para reorganizar la sucursal europea de Panorama Intl., y lo que iba a ser en principio un viaje de 12 meses se convirtió en toda una vida.

Chris & his first wife Kirsten, Katinka & Alex’s mother, 1975

Cuando llegamos, Marbella seguía siendo un pequeño pueblo. Para realizar una llamada al extranjero en aquellos días era imprescindible reservar un espacio con la operadora de Málaga, y había veces que debíamos esperar horas hasta poder establecer la conexión. Nuestro télex de segunda mano y con tecnología de los años treinta era nuestro único método fiable para comunicarnos con el mundo exterior. En aquellos tiempos, todavía el transporte de mercancías era con carretas tiradas por burros que iban abriéndose paso entre los Seat 600 y los Seat 124 Sedan que se asemejaban a cajones cuadrados. La carretera general de doble sentido que iba al aeropuerto pasaba por el centro de Fuengirola y Benalmádena Costa y era conocida como la “Carretera de la Muerte”. En general las infraestructuras e instalaciones eran bastante deficientes y poco fiables, experimentábamos cortes de luz casi todos los meses, -lo que era comprensible teniendo en cuenta que la población se había multiplicado dos veces y media en comparación con la década anterior. 

Aún vivíamos bajo la estricta dictadura del Generalísimo Francisco Franco y según cuenta la leyenda, en 1973 durante su último viaje a Marbella donde venía a inaugurar la nueva Clínica Incosol, fue cuando observó las torres del entonces Hotel Hilton y el apart-hotel contiguo (ahora conocido como Hotel Don Carlos) junto a la Torre Real en frente de Incosol y se quedó horrorizado por la altura de estos edificios en una zona tan bonita.  Ahí mismo dio la orden de que nunca más se construyeran edificios tan altos que arruinaran el horizonte Marbellí, tal y como ya se habían arruinado Torremolinos y Benalmádena. 

La visión de Franco coincidía con la perspectiva de edificabilidad de calidad, de poca altura y baja densidad, una  visión que ya habían introducido sus fundadores, comenzando por el mismo Ricardo Soriano quién “prohibió” a sus amigos construir casas con más de una planta y a la vez insistía que se mantuviera el típico estilo andaluz. Este estilo lo mantuvieron también el Príncipe Alfonso, José Banús, Norberto Goizueta (el fundador de Guadalmina) y otros. La opinión de Franco ayudó a fortalecer el esfuerzo de las autoridades locales por mantener esa tradición y desde 1973 nunca más se construyeron torres residenciales en Marbella. Fue a través de la importante y persistente influencia de estas personalidades lo que hizo posible crear y mantener una ciudad con una edificación de calidad y lujo, completamente diferente de la “jungla de cemento” que se puede apreciar en ciudades al este del municipio y en otros puntos turísticos a lo largo de toda la Costa Mediterránea. 

En aquella época en Marbella había un solo notario, Don Luis Oliver Sacristán. Aunque no era muy mayor en esos años, Don Luis siempre me dió la sensación de ser mucho más mayor de lo que en realidad era, con su áspera voz, pero siempre con un trato sumamente amable tanto para con los españoles y extranjeros por igual. Cuando se jubiló en 1985, se acercó a mí en un evento social y me dijo: “Clover, quiero trabajar contigo cuando me jubile”. ¡Qué honor escuchar esas palabras de un ciudadano tan ilustre de la comunidad! Al poquito tiempo Don Jaime de Mora me dijo las mismas palabras, y de hecho, trabajamos juntos en varias operaciones. 

El carácter bondadoso y amigable de los andaluces hacía que todos nos sintiéramos como en casa, incluidos los que no hablaban español y se comunicaban mediante señas. Su franqueza y afabilidad se debe en gran parte a sus fuertes valores   de tradición familiar, a la devoción por su iglesia, la dedicación por el trabajo y su generosa hospitalidad. Los profesionales que encontramos hoy en Marbella, incluyendo a abogados, arquitectos, banqueros, hoteleros o dueños de tiendas, etc. que han nacido y crecido en la ciudad, no sólo han conservado estos valores sino que también han podido hacer carrera en los años sesenta y setenta gracias a que sus padres apostaron por el futuro que se avecinaba ya en aquella época para Marbella y, por eso consideraron que era fundamental aprender inglés y así lo hicieron.

¡ La suerte de estar en el lugar y el momento preciso!
Isidro Sierra Muñoz, Luis Oliver Sacristán & Julio Fernández Nespal

En aquella época, conocer gente y hacerse de amigos era bastante fácil. Entonces no había más de seis o siete agencias inmobiliarias en Marbella, y Panorama era una novedad. Solo yendo al hotel Marbella Club una o dos veces por semana pude conocer a los que entonces se consideraban la “crème de la crème” de Marbella, también fue donde forjé muchas amistades que, a su vez, me presentaban a sus amistades. No sólo cerramos muchas operaciones, sino que también supimos aplicar principios profesionales y éticos inmobiliarios que mi padre y mi abuelo me fueron inculcando a través de los años, y los cuales fueron fundamentales para ganarnos la confianza de nuevos clientes, un factor imprescindible para que una empresa tan joven como la nuestra prosperara. El Marbella Club era, y sigue siendo, mi bar y restaurante favorito, cálido y romántico, con clase, y con un excelente servicio y exquisita comida. Simplemente fantástico.

El salario que me adjudiqué cuando llegué a Marbella era de alrededor de unas 25.000 Pesetas al mes, que sería equivalente en la época a unos $420 y con lo que uno podía vivir decentemente. 

El coche más caro producido en España era el Seat 124 Sport 1800, en realidad era un modelo de Fiat montado en España con motor y transmisión españoles y costaba alrededor de 350.000 Pesetas, alrededor de $5.800 al cambio actual, y lo que suponía en aquel entonces una auténtica fortuna. Yo me compré uno de segunda mano en 1978 que hasta hoy conservo. De los coches producidos en España en esa época, el mejor era el Dodge 3700 GT (hecho por Chrysler España) – y conducir uno de esos era una verdadera señal de riqueza. En aquella época, importar un coche desde Alemania, Estados Unidos o Inglaterra era prohibitivo ya que los aranceles de aduana doblaban el precio final que ya de por sí el precio sin los aranceles de importación representaba un absoluto lujo. Cabe destacar que, hasta mediados de los ochenta, había un “estigma-social” ligado a la exhibición ostentoso de riqueza que venía asociado no sólo al Dodge “español” sino también a cualquier tipo de Mercedes o cualquier coche de lujo de importación. 

My Seat 124 Sport today

En los años setenta, ochenta y bien entrados los noventa, el costo de vida en España era realmente bajo, y se debía en parte a las 6 devaluaciones que había sufrido la peseta entre 1977 y 1993. Esto también ayudó a que los precios de las exportaciones y del turismo se mantuvieran bastante competitivos y a que la economía española siguiera creciendo cada año. Sin embargo, en enero de 1999 el Euro se convirtió en la moneda de curso legal en España y a fines de 2001 la Peseta fue quitada de circulación. 

En los años setenta, los precios de las viviendas también eran asequibles como el costo de vida. Panorama fue la primera agencia inmobiliaria que trajo vuelos chárter desde Estados Unidos con potenciales clientes que adquirían villas con precios de entre $12.000 hasta $20.000 y apartamentos en Nueva Andalucía desde $5.000 hasta $15.000. El “factor inversión” impulsó la venta de  viviendas a clientes internacionales pero la magia misma de Marbella fue el catalizador fundamental para de la venta de viviendas. 

Jaime de Mora y Aragón & his wife Margit Ohlson
US ad in 1971: Panorama sold over 150 homes in Nueva Andalucia in the early ’70’s

Cuando la oficina principal de Panorama Intl. en Washington cerró sus puertas a comienzos de 1975 debido a la fuerte recesión de la época, Panorama en Marbella se convirtió en una agencia inmobiliaria independiente. 

El comienzo del mercado internacional y el éxito de Panorama Los mercados saudí y árabe

Los mercados saudí y árabe

El primer gran éxito de Panorama comenzó en 1974, después de que nos convirtiéramos en los administradores de las fincas de Don David Shamoon (y continuamos siéndolo durante 33 años). David, que falleció en Julio de 2013, de origen Iraquí se trasladó a Londres en 1950, y logró convertirse en un hombre de negocios de éxito, entre otros, en el sector inmobiliario. David era el propietario de una preciosa villa palaciega, ubicada justo enfrente de El Ancón, en la Milla de Oro de Marbella, la que había comprado a Mara Lane, hermana de Jackie Lane, esposa del Príncipe Alfonso y la que a mediados de los años setenta compró el ahora fallecido Rey Fahad de Arabia Saudita (el entonces Príncipe heredero). A mediados de los noventa, David adquirió los hoteles Marbella Club y Puente Romano sumando estos dos hoteles emblemáticos de Marbella a su cartera hotelera internacional, estando al mando de sus empresas hasta su fallecimiento   cuando su brillante hijo Daniel y su hija Jennica tomaron las riendas de las empresas. 

David siempre tuvo un trato cercano y especial para conmigo y no sólo se convirtió en nuestro cliente más importante al comprar varias propiedades excepcionales con nosotros, sino que, a través de él, conocí a varios personajes claves que a su vez me presentaron a otros. En gran medida, gracias a él fue que desde mediados hasta finales de los setenta cerramos muchas operaciones inmobiliarias con la Familia Real Saudí y con otros clientes importantes de Oriente Medio, impulsando el nombre Panorama en un momento crítico de su historia. 

En aquellos años, también nos convertimos en administradores de Akram Ojjeh, fundador del Grupo de empresas TAG; del Príncipe Salman, hermano del entonces Príncipe heredero Fahad, y actualmente Rey de Arabia Saudita a través de Eyad Kayali, su hombre de confianza y mano derecha en España y del hijo mayor del entonces Príncipe Fahad, el Príncipe Faisal Bin Fahd, y S.E. Sheikh Kamal Adham, entre otros. 

The Shamoons, Chris & his first wife Kirsten, & the Corners in 1977

Gracias a los contactos que hicimos en aquellos primeros años de los setenta, pudimos cerrar muchas operaciones importantes, también a través de mi íntimo amigo Bashir Kurdi. Por entonces, él era el Cónsul de Arabia Saudita en Málaga y me encargó la negociación y adquisición de una parcela en Málaga donde se construiría el Centro Cultural Islámico. Cuando le nombraron Embajador Saudí en Japón a mediados de los años noventa, me pidió que le ayudara a encontrar un edificio representativo para la Embajada Saudí en Tokio. Año y medio más tarde cerramos con éxito la adquisición de un edificio completamente nuevo de 11 plantas, incluyendo un ático dúplex para el Embajador, situado en Roppongi, en el centro de Tokio. Hasta el día de hoy este edificio sigue siendo la Embajada Saudita más hermosa de todo el mundo.

El hecho de que el Príncipe heredero Fahad y su familia compraran varias propiedades en Marbella, animó a otros clientes de Oriente Medio a comprar viviendas en Marbella a finales de los años setenta y a principios de los ochenta. Otros Príncipes, además de importantes – y hasta legendarios – hombres de negocios y dignatarios de cada uno de los países del Oriente Medio compraron propiedades en Marbella, contribuyendo a la maravillosa diversidad y mezcla cultural de la ciudad. Entre ellos destaca el Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, Emir de Abu Dhabi y presidente de los Emiratos Árabes Unidos, cuya familia todavía posee magníficas fincas contiguas a Rocío de Nagüeles; varios miembros de la familia Marzook de Kuwait; Adnan Khashoggi y muchas de sus amistades; el magnate de tecnología Mouffac Al Midani; Rafic Harriri, quien después llegó a ser Primer Ministro del Líbano; el S.E. el Jeque Kamal Adham, y muchos más.

Si observamos la historia de Al-Ándalus podemos entender mejor el hecho de que el pueblo árabe se sienta tan a gusto en Marbella y en el sur de España en general. Ríos, pueblos y otras zonas geográficas aun llevan nombres árabes, miles de palabras del diccionario español tienen raíces árabes como resultado de los 781 años de ocupación morisca en España, desde 711 a 1492. Desde Marbella, las montañas Rif de Marruecos se pueden ver casi todos los días, y las luces de Tánger se vislumbran por las noches detrás del Peñón de Gibraltar, lo que nos da una visión muy especial de nuestra exacta ubicación geográfica.

Enclave británico

A principios de los años setenta, un pequeño grupo de dos o tres mil ciudadanos británicos se había instalado en la Costa del Sol. Mientras que algunos sólo venían de vacaciones, otros se, quedaban de manera permanente y entre ellos, podíamos encontrar grandes personalidades. El motivo por el que hubiera tan pocos británicos era muy simple: el Reino Unido había implementado controles sobre el cambio de moneda (el infame “dollar Premium” o “suplemento al dólar”), y estas restricciones para el gasto en el extranjero impedía a los británicosde disfrutar de vacaciones en otros países como así también de que compraran viviendas en el extranjero a gran escala, como hacen hoy, , o incluso de que compraran acciones en empresas extranjeras. Hubo un momento en el que 50 libras esterlinas era la cantidad máxima que podían llevar en efectivo los británicos fuera del país, incluso para vacaciones, ¡y como si fuera poco, debían hacer sellar el pasaporte en el banco al retirar dinero! 

En 1979, cuando Margaret Thatcher, fue elegida primer ministro del Reino Unido, y flexibilizó (para luego eliminar) los controles sobre el cambio de moneda, la demanda de clientes británicos literalmente explotó y hubo un frenesí de compras inmobiliarias en el extranjero, y la que desde entonces no ha mermado, exceptuando por su puesto los ciclos naturales del mercado inmobiliario en general en estos últimos treinta y cinco años.

Skol building in the 70’s

Tanto Marbella como otras localidades de España, Francia, Italia, y EEUU (especialmente Florida) entre otros países, se beneficiaron de esta explosiva demanda. Los vuelos desde el Reino Unido se incrementaron considerablemente y la Costa del Sol se convirtió en el destino turístico y residencial preferido por los británicos, y Marbella la capital de calidad. 

En aquel entonces, Panorama publicaba anuncios en la prensa local del Reino Unido, particularmente en el “The Times” y “Financial Times” para hacer promoción directa de las viviendas en Reino Unido Cerramos muchísimas operaciones  con clientes británicos de alto poder adquisitivo, especialmente en los años ochenta y mediados de los noventa, gracias también en parte a la estrecha colaboración que teníamos entonces con Chesterton’s, una importante agencia inmobiliaria londinense y actualmente siendo reguldospor la Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS). Actualmente, después de los españoles, los británicos componen la mayoría de residentes, permanentes y vacacionales de la zona de Marbella.

Mel Ferrer
Nuevas amistades, colaboradores y celebridades

Durante la primera etapa de Panorama en Marbella, tuve la oportunidad de conocer, entre otras de las tantas personalidades influyentes de la ciudad, a Rafael Zea. Rafael era un promotor pionero que, entre varios de sus proyectos, había construido el edificio “Skol” en primera línea de playa en Marbella en los años sesenta. Rafael era presidente de la empresa promotora de la urbanización “Las Lomas de Marbella Club”, situada en el corazón de la Milla de Oro de Marbella. En 1974, recomendado por unos amigos que teníamos en común, Rafael vino a visitarnos a Panorama y como nos llevamos tan bien decidió otorgarnos enseguida la exclusividad de la venta de sus parcelas en Las Lomas y así durante los años siguientes vendimos la mayor parte de esta preciosa urbanización. Rafael también me hizo un descuento importante cuando compramos nuestra primera villa en Marbella, ya que era de su propiedad personal. 

También hicimos buenos negocios con Mel Ferrer, gran aficionado de la construcción y a la venta de villas rústicas a precios asequibles. Mel era una persona genial y recuerdo que era extremadamente educado y con los pies sobre la tierra.

Estrellas de hollywood, fiestas de lujo y nuevas oportunidades

Tuve el privilegio de conocer y hacernos buenos amigos de Ray Milland y a su mujer Mal(en 1946 Ray ganó el Oscar al Mejor Actor por la película de Billy Wilder “Días sin Huella”), también conocí a Stewart Granger, una de las grandes estrellas de Hollywood que tenía a la venta una gran finca situada entre Marbella y Estepona.En 1975 a través de un anuncio que habíamos publicado en el International Herald Tribune Ray Milland  se pudo en contacto con nosotros para concertar una cita y visitar algunas viviendas en primera línea de playa. Debido a que él se había convertido en una estrella de cine un poco antes de mi juventud, y aunque tuviera una de las caras más reconocibles del mundo en aquel momento, yo no sabía quién era. Cuando fui a recogerlo en el aeropuerto, él se sentó en el asiento trasero de mi Seat “con forma de cajón” y su mujer en el asiento de acompañante, ¡y no tuve mejor idea que preguntarle qué ¡¿a qué se dedicaba?! Después de un breve silencio y un profundo suspiro, me dijo con signos de exasperación en su rostro… (yo le estaba observando a través del espejo retrovisor) … “estoy en la industria del cine”.  Desafortunadamente, seguí metiendo la pata aún más y le pregunté “¿en qué parte de la industria?” Al final nos llevamos muy bien y tanto nosotros como nuestras esposas nos hicimos y se hicieron muy buenos amigas.

Jacqui & John Green with Jovita, Chris’s second wife, recently

Los Millands terminaron comprando una joyita en primera línea de playa en la Urbanización “El Ancón” en la Milla de Oro que perteneció al Sr. Brown (en español, el Sr. “Marrón”). A lo largo de la primera línea de El Ancón había cuatro casas más al lado de la del Sr. Brown: dos a la derecha y dos a la izquierda. La última de la derecha pertenecía al Sr. Green (en español, el Sr. “Verde”), el promotor original de la urbanización. La segunda, pertenecía al conocido empresario Gordon White (en español, Gordon “Blanco”). A la izquierda estaba el Sr. Black (en español, el Sr. “Negro”) y al final, Warren Gold (en español, Warren “Dorado”). ¡Increíble pero real, la llamábamos la calle arco iris! 

John Green, hermano del propietario de la famosa galería de arte londinense, Richard Green, un promotor extremadamente creativo y de éxito, no sólo por sus proyectos en Marbella sino también por proyectos realizados en Londres. Después de construir El Ancón, entre 1981 y 1985 construyó otra preciosa urbanización cerrada en las colinas en frente de El Ancón al que llamó “El Ancón Sierra”. Me encargué de venderle el terreno, y luego,de vender la mayoría de las  viviendas terminadas,  formando parte de su Junta Directiva, y siendo actualmente propietario de una vivienda en la comunidad. John y su esposa Jacqui mantuvieron su vivienda en El Ancón hasta la muerte de John en 2019. 

La perfecta anfitriona

Entre otras de las tantas personalidades que frecuentábamos en aquella época, y con la que seguimos manteniendo una cercana amistad bien entrados los años noventa y hasta su fallecimiento, fue la Baronesa Teresa (Terry) von Pantz, heredera del imperio Avon. Terry había heredado su fortuna de uno de sus anteriores maridos, y asu último marido, el Barón Hubert von Pantz, solía llamarle graciosamente “Hubert el Quinto” ya que ella había sobrevivido a sus otros cuatro maridos. Hubert también era bastante conocido por la aventura amorosa que tuvo en su juventud con la reconocida diseñadora francesa Coco Chanel.  Tanto Hubert como Terry eran muy generosos y les encantaba organizar majestuosas fiestas para convidar a todos sus amigos y conocidos: a Terry se le conoció durante treinta años en Marbella como “la perfecta anfitriona”. Y por suerte, su hobby preferido era diseñar y construir viviendas, el cliente soñado de cualquier agente inmobiliario. Ella era una persona maravillosa, muy abierta e interesante, amable con todo el mundo y una de nuestras clientes más importantes durante muchos años. 

Chris and Count Rudi recently
Marbella Sierra Blanca

Hacia fines de los años setenta, conocimos a Elizabeth y David Brockman, quienes, junto a su socio, Connie Münemann y familia, eran los propietarios de los suelos más bonitos de Marbella, hoy conocidos como Marbella Sierra Blanca. Como anécdota del solar, un cliente kuwaití había decidido comprar el suelo completo, aunque este aún estaba pendiente de la aprobación de la clasificación como suelo urbanizable en el plan parcial del ayuntamiento.  Al mismo tiempo un grupo de ecologistas estaban demorando la aprobación, y un año y medio más tarde el cliente desistió de la compra. ¡El precio del solar completo, por supuesto sin ningún tipo de infraestructura era de tan solo $3.000.000! Los Brockman entonces consiguieron otro socio, el promotor de éxito Pedro Rodríguez (del Grupo Sierra Blanca) quién hizo la primera inversión en la empresa de los Brockman y comenzaron con la instalación de toda la infraestructura y la venta de las parcelas. 

Amigos desde los setenta

Otras de las tantas maravillosas personas que nos abrieron las puertas durante nuestros primeros años en Marbella fueron el ya fallecido Miguel Gómez Verdún y su esposa Antonia, propietarios de las joyerías Gómez y Molina. Miguel era entonces también director del hotel El Rodeo, el primer hotel de Marbella fundado por Ricardo Soriano en 1945; Archie y Cathy McNair – Archie era el Presidente de Quant, empresa que fundó junto a Mary Quant en 1950; el ya difunto Bill Genske y su esposa Silvia, los promotores de Las Lomas del Marbella Club Pueblo; Nielson Sánchez Stuart y su esposa Alicia, que era y sigue siendo un reconocido abogado y un buen amigo personal. El ya fallecido Rafael Cruz-Conde quien se convirtió en un gran amigo y el abogado principal de Panorama desde finales de los setenta hasta su fallecimiento en 2012 y cuyo trabajo con Panorama continúa a través de sus brillantes hijos Mauro y Alejandra hasta el día de hoy. El Conde Hans Larsich y su esposa María, la Marquesa de Salamanca, también fueron buenos amigos nuestros. Quizás mi más viejo y cercano amigo es Patrick Op de Beeck, el reconocido corredor de seguros, y vecinos en nuestras antiguas oficinas en Marbella. 


Entre otras de las innumerables y magníficas personalidades que conocimos a través de nuestra agencia en aquellos años fueron Ferdinand Beguin, el "Rey del Azúcar" francés, quien le vendimos una magnífica finca en lo que se conoce hoy como Altos Reales en la carretera de Camoján; a Antonio Belón Cantos quien nos asesoró en materia urbanística y luego nos convertimos en buenos amigo; José Banús y su diestro, Cándido Fernández Ledo, que llegó a ser presidente de la Fundación Banús y fundador del CIT, la Asociación de Empresarios y Profesionales de Marbella, la Duquesa de Alba, que quiso en un momento dado poner su propiedad en venta con nosotros... y tantos otros más. 

With H.E. Sheikh Kamal Adham in 1998

Mirando atrás, tuvimos la suerte de que hacia finales de los años setenta ya habíamos conocido a la mayoría de la gente influyente de entonces, y también la suerte de haber conocido a cientos de maravillosas personas con las que aún hoy seguimos manteniendo una buena amistad.Estoy tan agradecido de haber tenido  tal maravilloso comienzo de una nueva vida en España, con la amabilidad, el apoyo y la amistad que tantos nos brindaron en aquellos años.

Nuestro agradecimiento especial al Conde Rudi Von Schönburg que nos ha permitido publicar varias de las tantas fotos que nos ha brindado y que hemos incluido en este artículo, y también a ambos, el Conde Rudi y Antonio Belón cantos por sus invalorables sugerencias y relatos sobre la historia de Marbella antes de nuestra llegada. 

With old friend, pioneer developer since 1960, Leo Shriqui

Estoy tan agradecido de haber tenido un comienzo de una nueva vida en España tan maravilloso, con la amabilidad, apoyo y amistad que tantos nos brindaron en aquellos años.

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Nuestro agradecimiento especial al Conde Rudi Von Schönburg que nos ha permitido publicar varias de las tantas fotos que nos ha brindado y que hemos incluido en este artículo, y también a ambos, el Conde Rudi y Antonio Belón cantos por sus invalorables sugerencias y relatos sobre la historia de Marbella antes de nuestra llegada.
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